En entrevista con BBC, el artista respondió a los lectores.
En muchas páginas de internet eres considerado el padre del reguetón. ¿Qué te parece ese título?
Todo depende de cómo la gente vea la palabra reguetón. Yo empecé haciendo hip hop en español y lo del reggaetón fue algo que vino luego en el camino, fue una fusión de cosas y le llamaron reggaetón a eso; pero no fue lo que yo empecé. El reguetón fue algo que se incorporó al género urbano.
Y sobre la polémica de dónde nació el reguetón , que si fue en Panamá o en Puerto Rico, ¿tú qué nos cuentas?
En Panamá lo que hicieron fue coger las canciones de unos jamaiquinos del ritmo dancehall. Posteriormente se fueron originalizando más, pero al principio empezaron a hacer lo mismo que hacían ellos. Es cierto que en Puerto Rico sonaron los panameños y se dieron a conocer, pero en la Isla empezaron a hacer algo propio dentro del ritmo dancehall al añadirle unos elementos más agresivos y lo que llamamos “chanteo” que es el arte de rapear hip hop y a eso lo llamamos reggaetón.
Yo no veo al reguetón como algo propio ni de Panamá ni de Puerto Rico. No lo veo como una cosa muy propia. Ahora, al hip hop sí lo veo como algo de base, que nació y sigue así, y yo lo hago en español.
La siguiente pregunta es de Omar Xavier, desde Puerto Rico. “Siendo tú el pionero del género de rap y reguetón, y habiendo comenzado con canciones como ‘De la calle’ y ‘Katiria’, ¿te sientes culpable de que el género se haya enfatizado en hablar de temas como las drogas, el sexo y la violencia, ya que los colegas siguieron tu música?”
Creo que se pueden dividir en dos: lo que en mi vida son mi forma de pensar y mi forma de hacer música y el género musical que represento. Para mí no es justo que yo señale a quien no siga mi línea cuando hablamos de lírica, que es quizás lo que más me diferencia. Sería injusto que yo señalara a alguien que no lo haga si no piensa como yo.
Yo pienso que todo depende. El género no es enteramente negativo. Yo soy un ejemplo de ello, pero hay otros también que han hecho cosas de valores.
Están el hip hop y el reguetón cristiano, por ejemplo, en los que básicamente lo único que cambia es el mensaje y es la diferencia entre el mensaje mío y los demás, que cantan de sexo y todo eso.
La diferencia está en el mensaje y esa es una forma muy personal de cada quien. Para cantar las cosas que yo canto pienso que debe haber algo genuino en ello, si no sería una novela, un libreto, un drama, una película, y lo mío es real.
“¿Qué les puede decir a aquellos padres que permiten que sus hijos pequeños bailen este género con altísimo grado de sexualidad?” es la pregunta que envió Leidy desde Caracas, Venezuela.
Una cosa es sexo y otra es baile. El reguetón habrá podido nacer de algo sensual como el tango o el bolero, pero no nació como para sexo. Hay veces en que las letras de las canciones de reguetón son de sexo, y la gente lo familiariza y le incita a hacer los movimientos.
Yo padre diría “baila, pero sin llegar a ese nivel”. Eso es cuestión de la música, de valorar la música. Yo tengo cuatro hijos, y mi hija baila pero no necesariamente tiene que llegar a movimientos sexuales. Ahora, si ella lo baila sexualmente con una persona, yo no estoy 24 horas con ella, pues ella está en este mundo y está viviendo. Yo no me voy a volar mi cabeza por saber lo que está haciendo, hago lo que puedo, y lo que puedo es compartir con ella, hablar con ella y ser su amigo.
La disciplina es importante pero el amor es más, y eso incluye la comunicación y la comprensión como base.
Claudia, desde Lima, pregunta: “¿Cómo fue tu paso a la religión? ¿Cómo encontraste a Dios?”
Fue una cosa gradual, porque yo siempre tuve temor de Dios desde que tengo uso de razón. Tengo recuerdos de cómo yo recibía el mensaje y era un sentir de esperanza en medio de situaciones duras.
En mi barrio asesinaron a un amigo mío, él tendría como nueve años de edad y yo tenía unos siete. Eso me impactó de una manera que le vi sentido a lo que decía la letra de los coros cristianos de la funeraria. Tuve entonces temor e interés en la palabra de Dios y no fue sino hasta el año 1993 cuando di un paso para aceptar el cristianismo, y de allí para acá he tenido mil levantadas y recaídas.
Juan Alberto, de México, dice: ¿Qué opinas de los “cristianos religiosos”, que dicen que tú no eres cristiano y que tu música no es cristiana?
Lo que pienso es que no que deberían volarse la cabeza sobre si soy o no soy y coger ese tiempo para darse una mirada introspectiva antes de tirar una mirada al prójimo. Un cristiano -que se llame cristiano- tiene que entender que todos, especialmente hermanos creyentes que han dado el paso, que son guerreros como yo, deberían hacer el menor daño que puedan y dar ánimo.
Deben darse cuenta que le están haciendo daño a un hermano y a un ministerio entero. He sufrido muchas más críticas de cristianos que de seculares. Pero eso es normal, entiendo a la gente que defiende la palabra.
“¿Cristiano o no? Yo soy fan de tu música, soy cristiano, pero tengo dudas de si tu música es cristiana o no”, pregunta Iván De Lisser, de Panamá.
Eso se debe a las tradiciones del mundo cristiano, que para que la música sea cristiana tiene que decir “gloria a Dios”, “Aleluya” o tiene que tener alabanzas. No puede tener un ritmo más suave, no puede ser sabroso. Esos son dogmas, porque la música es de Dios. El mensaje negativo no, pero la música sí. Yo he hecho canciones seculares y canciones cristianas y hay algunas que son cristianas y no se dan cuenta porque están esperando un “aleluya” para poder catalogarlas como cristianas y de esa forma se pierden del mensaje que estoy diciendo.
Como creyente yo no le sirvo a un mercado, yo le sirvo a Dios. Trato de llegarle al joven con los ritmos que a él le gustan como creyente verdadero.
“¿En qué te inspiraste para componer la canción ‘Me acuerdo’? Un abrazo desde Lima” dice José Carlos desde Perú.
Yo estaba imaginando que le estaba hablando a una muchacha, buscando hacer algo diferente. No me inspiré en ninguna historia real. En ese tiempo, no tenía ni 20 años de edad, tendría la edad de mi hija ahora, y en esa etapa yo no estaba pensando en hacer música como la que hice luego, en el camino. Allí estaba haciendo música para impresionar, en ese tiempo todavía hacía canciones al azar. Ahora, en todas las canciones, aunque sean jocosas, siempre tengo mucho cuidado de cuáles van a ser los resultados.
Karen, desde Chile, pregunta: ¿A dónde te gustaría cantar que no lo hayas hecho antes?
Son muchos sitios, pero a nivel latino, uno de ellos es Uruguay. He rodeado Uruguay, pero no lo he pisado. También me gustaría ir a Brasil.
¿Qué te parece la forma en que muchos reguetoneros hablan sobre las mujeres?
No sé cómo darte una opinión del sexo. De cómo denigran, no creo que la mayoría de ellos lo hagan porque sientan así. Simplemente es un negocio. Yo creo que todo es cuestión de compromiso. La letra cambia con el compromiso que uno sienta hacia la sociedad, con Dios, consigo mismo y con su familia.Todo depende de cuán grande es ese compromiso al lado de los sueños de uno de ser famoso.
Cuando empezó el reguetón, las primeras canciones eran sobre eso y siempre está el que no tiene creatividad y sigue lo que ha pegado. Y no es que esas canciones peguen más, sino que le dan más propaganda. Por eso es que se le hace tan fácil a mucha gente mediocre pegar con mediocridades. A veces, no se requiere ni de música para vender discos a las masas.
Hay muchos productores que cogen a estos artistas que no tienen tanto talento pero tienen sueños de grandeza y se ayudan mutuamente.
Pero tú mismo te has encontrado en esa situación, del marketing…
Sí, como te comenté antes con la canción “Me acuerdo”, pero nunca he hecho una canción enteramente de esa manera. Yo considero partes o elementos de la canción que, si las comercializo, no le restan a lo genuino y eso se hace en los sonidos. Yo soy bastante jocoso y bastante genuino cuando hago un tema jocoso-comercial.
¿Qué opinas del bling bling? Héctor, de R. Dominicana.
Me gusta aunque no lo uso, pues tengo mis razones. El bling bling es algo hip hop que se utilizaba más como outfit [adorno] pero que ahora se utiliza como estatus. Prefiero el hip hop de antes, que costaba más o menos lo mismo y que se utilizaba como outfit. Creo que es parte del complejo de ser una persona de barrio, por lo menos así me sentía yo. Éramos tan pobres que por lo menos unos tenis caros o una cadena cara, para nosotros era grande. Pero hoy día se usa el bling bling de otra manera y yo no estoy de acuerdo con esa manera.
¿Por qué te dicen Vico C? Mariano G., desde Buenos Aires, Argentina.
Son dos historias. Vico siempre fue mi apodo y la “C” viene de una amiga mía, que en la escuela intermedia me trajo una camisa de Nueva York. Ella me sugirió la C como estilo, dejándose llevar por la camisa de otro amigo de nosotros que le decían Rolo y traía una camisa que decía Rolo C. Era para sonar como Run-DMC, LL Cool J, los que estaban en ese tiempo, y a mí me gustó porque ya yo rapeaba.
El Vico viene por una vecina de nosotros en Nueva York que se llamaba Vica. Yo de pequeño me quedaba pensando mucho rato, mirando al techo y muy serio. Doña Vica era muy seria. Cada vez que a mí me interrumpían los pensamientos y me preguntaban que si estaba bien yo decía sí, pero ya a la tercera vez yo contestaba molesto. Como eso al parecer sucedía mucho, me pusieron Don Vico, por Doña Vica.
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